La depilación con rasuradora forma parte de la rutina de autocuidado de muchas personas, y si optas por hacerlo, es posible que ya te hayas enfrentado a los "granitos" o la irritación que pueden aparecer después de rasurarte. Sin embargo, puedes estar tranquila, no tienes por qué acostumbrarte a estos problemas.
La irritación de la piel suele producirse después de afeitarse, ese enrojecimiento y ardor provocados por la depilación son síntomas de inflamación que pueden evitarse; así como esos molestos granitos que no nos dejan en paz durante la post-depilación.
El nombre científico de estos granitos es "foliculitis", se presentan como sarpullido o pápulas y como inflamación o infecciones del folículo, que pueden ser provocadas por infecciones bacterianas, hongos o virus. También pueden surgir por heridas, acné, uso frecuente de ropa ajustada, o por vello enterrado (cuando los vellos no encuentran la salida del folículo piloso o no logran atravesar la capa de queratina que se forma sobre la epidermis).